El acto fue organizado por la Comisión de Padrinazgo-Madrinazgo Profesional, que preside la doctora Alejandra Marcela González, quien dio la bienvenida a los flamantes ahijados y ahijadas, y detalló las principales características del programa puesto en marcha desde el año 2006.

La doctora González destacó que el programa apunta a brindar a los noveles abogados la experiencia y los conocimientos de un profesional que los oriente y ayude al momento de iniciarse en la profesión, y que constituye “un desafío que hemos llevado adelante en nuestro recuperado Colegio”.

Puso de relieve la necesidad de perseverar en una actitud de capacitación, como “una gimnasia permanente dentro de esta profesión”, y resaltó que la asignación “implica responsabilidad por un lado y por otro la solidaridad de los padrinos y madrinas que se inscriben gratuitamente, en una actitud ejemplificadoramente solidaria”.

La doctora González dijo que el CPACF “tiene las puertas abiertas para todos los matriculados, porque queremos que se sientan que esta es su casa, y hemos crecido mucho”, al tiempo que consideró que “los colegas, van asimilando la necesidad de que de una profesión tan individualista se vaya convirtiendo de a poco en una profesión más solidaria”.

El sistema de Padrinazgo-Madrinazgo Profesional tiene el objetivo de dar a los noveles abogados, en forma gratuita, la posibilidad de que un profesional con experiencia los guíe y oriente en los primeros años de su ejercicio profesional, sin que ello implique relación laboral alguna con el ahijado o ahijada.

Quienes deseen constituirse en Padrino o Madrina deberán estar matriculados en el CPACF, ejercer la profesión, tener una antigüedad no menor a siete años desde la expedición del título, y aceptar en forma voluntaria el compromiso de colaborar con los noveles abogados. Estos, a su vez, tendrán el deber de capacitación, asumiendo el compromiso de perfeccionarse a través de la realización de cursos, talleres, charlas o actividades académicas.